Después de la ratita yo seguía con ganas de hacer un oso, aunque salió un osito (no tengo muy controlado todavía la cantidad de lana y el tamaño final). Y después hice otro en rosa que no es un color que me guste mucho, pero todo sea por la variedad (creo que se nota que el amarillo le hice con más cariño...).
Pues el rosa tampoco está mal. ¡Vaya cositas!
ResponderEliminarEstán llenos de encanto, preciosos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yolanda
Estan para comerselos. Mariajo
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